jueves, 11 de agosto de 2011

El concepto de la forma

Arnold Schoenberg

El término “forma” se utiliza con varios sentidos distintos. Cuando se usa en conexión con “binaria”, “ternaria” o “rondó”, se sugiere claramente el número de partes (en el sentido más general, se utiliza para indicar las secciones o subdivisiones de una pieza). La indicación “forma sonata” sugiere, sin embargo, el tamaño de las partes y la complejidad de las relaciones. Al hablar de “minuet”, “scherzo” y otras “formas de danzas” se tiene en la mente el compás, el tempo y las características rítmicas que identifican la danza.

Utilizada en un sentido estético, la palabra forma quiere decir que una pieza está organizada, es decir, que consta de elementos que funcionan como los de un organismo vivo.

Sin organización la música sería una masa amorfa, tan ininteligible como un ensayo sin signos de puntuación, o tan inconexa como una conversación que salta sin propósito alguno de un tema a otro.

Los requisitos fundamentales para la creación de una obra inteligible son la LOGICA y la COHERENCIA. La presentación, desarrollo e interconexión de las ideas debe estar basada en un “parentesco” o relación. Las ideas deben diferenciarse según su importancia y su función.

Es más, sólo puede entender lo que puede guardar en la mente. Las limitaciones mentales del hombre le impiden aferrarse a cualquier cosa demasiado extensa. Así la subdivisión apropiada facilita la comprensión y determina la forma.

El tamaño y el número de las partes no depende siempre del tamaño de la pieza. Generalmente cuanto mayor sea la obra, mayor es el número de partes. Pero a veces una pieza corta puede tener el mismo número de partes que otra más larga, lo mismo que un enanito tiene el mismo número de miembros, la misma forma, que un gigante.

Un compositor, por supuesto, no escribe añadiendo música poco a poco, como hace un niño que construye una pieza de madera. El compositor concibe una obra completa como una visión espontánea. Entonces, como Miguel Angel que esculpió su Moisés en el mármol sin bocetos, empieza a completar cada detalle, configurando así directamente su material.

El compositor con experiencia es capaz de imaginar una obra en su totalidad; a partir de aquí debe trabajar gradualmente, desde lo más simple hasta lo más complejo. Simplificando, practicar la construcción de formas, que no siempre corresponden a formas artísticas, ayuda al estudiante a adquirir el sentido de la forma y un conocimiento de las esencias de la composición. Será útil comenzar a con la construcción de bloques musicales y conectarlos de manera inteligente.

Estos bloques musicales (frases, motivos, etc.) nos darán el material para construir unidades mayores de diversos tipos, según los requerimientos de la estructura. Así, se seguirán las demandas de la lógica, coherencia e inteligibilidad, en relación a la necesidad de contraste, variedad y fluidez de presentación.


Arnold Schönberg,
Fundamentos de la composicion musical

No hay comentarios:

Publicar un comentario